¿DE MALAS SIEMPRE?
Había un muchacho que hacía sufrir mucho a su familia por su mal carácter. Un día sus padres le dieron una bolsa con clavos diciéndole, que cada vez que perdiera la paciencia debía clavar un clavito detrás de la puerta.
El primer día este joven clavó 35 clavos, a medida que pasaba el tiempo, se daba cuenta que la cantidad disminuía, al fin había empezado a controlar su mal genio. Feliz se lo comunico a sus padres.
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Sus padres le dijeron ahora, que tenía que retirar un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Paso tiempo, al fin terminó de quitarlos y lo comunico a sus padres, quien tomándolo de la mano lo llevaron hasta la puerta y le dijeron: Has trabajado duro hijo mio, pero ¿te has dado cuenta en que condiciones ha quedado la puerta?.... ¡Nunca será la misma.! Cada vez que pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como aquí las ves. Al buen entendedor pocas palabra.
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