La fe, el creer, será siempre un pilar importante en tu vida, no olvides que estás hecho de cuerpo, y espíritu.
En estos días que el espíritu de la Navidad nos envuelve y nos hace más sensibles, más amorosos, más dulces y más compasivos, es un ventaja tener fe de los que no la tienen, porque nos sentimos envueltos en una sensación que nos hace ser capaces de dar y trasmitir amor. Es como estar viviendo algo mágico.
No tienes que hacer demostraciones visibles de esa fe, nadie tiene que saberlo, es algo intimo entre tu Dios y tú, basta con aprender a conectarte y dedicarle unos minutos al día a esa relación con Él. Para experimentar la paz que todos buscamos.
NO LE ABANDONES, SE CORTÉS, ATENTO Y AGRADECE A QUIEN FUE CAPAZ DE DAR LA VIDA POR TI.
FELICES FIESTAS DE NAVIDAD Y AÑO NUEVO...
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