¿PODEMOS ORAR CUANDO TRABAJAMOS?
Algunas veces hemos escuchado "Yo no tengo tiempo para rezar, pero en medio de mis actividades, haciendo mis quehaceres, intento pensar lo más posible en el Señor, le ofrezco mi trabajo y pienso que eso basta como oración".
Esto no es totalmente falso. Un hombre o una mujer pueden permanecer en íntima unión con Dios en medio de sus actividades, de manera que esto constituya su vida total de oración sin que tengan necesidad de otra cosa.
El Señor puede conceder esta gracia a alguien, sobre todo si le es imposible hacer otra cosa. Por otra parte, es evidentemente muy deseable el volver a Dios lo más a menudo posible en medio de nuestras actividades. Y también es verdadero que el trabajo ofrecido y cumplido por Dios se convierte, en cierta forma en plegaria.
Pero pensemos SI NOS OCUPAMOS DE DIOS, EL SE OCUPARA DE NUESTROS TRABAJOS, MUCHO MEJOR QUE NOSOTROS. Recordemos sus palabras " Quien pierda su vida la salvará"
Reconozcamos humildemente que tenemos esa tendencia natural de estar dedicados a nuestras actividades, dejarnos apasionar y preocuparnos demasiado por ellas... Pero si tenemos la sabiduría y la confianza en Dios podemos ir abandonando poco a poco nuestras actividades y abandonamos con toda confianza a Dios pensando Que Él se ocupara de ellas mientras le consagramos unos minutos de nuestro tiempo.
Estoy segura que lograremos curarnos poco a poco de nuestra preocupación por ellas.